Yoga en la Tercera Edad

Durante la infancia y la juventud el individuo se desarrolla, crece; luego, por ese proceso comienza su curva hacia la tercera edad y con ella aparecen trastornos como la artrosis, artritis y osteoporosisis. Estos muchas veces pueden prevenirse o aliviarse a través de métodos naturales como el yoga.

“Nadie puede escapar al envejecimiento; es un proceso existencial propio, privativo e intransferible de cada ser. Es necesario considerar el envejecimiento como una etapa importante de la vida, que dependerá de nuestra actitud interna, de cómo tomemos esta fase de la vida que, convencionalmente, se denomina tercera edad. El Yoga es una técnica de liberación y bienestar, que es sumamente favorable adoptar en este período de la vida”, afirma David Lifar, Director de la Fundación Indra Devi.

Es importante distinguir entre edad cronológica y edad biológica. Una y otra no se corresponden; la actitud vital es fundamental. Hay dos clases de envejecimiento: armónico, natural y desarmónico, prematuro, patológico. Se debe fomentar una actitud de enriquecimiento y crear las condiciones para que ese envejecimiento sea natural, alimentando un estado de ánimo fresco y jovial.

El Yoga, con sus diversas técnicas, aporta una invalorable ayuda a las personas de edad:

a) Mantiene cierta actividad física, evitando el sedentarismo.
b) Previene trastornos propios de la vejez.
c) Mejora la calidad del sueño.
d) Actúa sobre el sistema endocrino, y hace más lento el envejecimiento celular.
e) Reduce significativamente la perdida de la memoria.
f) Activa la circulación sanguínea.
g) Mejora el carácter.
h)Actúa en el sistema endocrino, haciendo más lento el envejecimiento celular.
i)Fomenta la sociabilidad
j) Ayuda a reducir hipertensión, insomnio y la fatiga crónica.

Si además de practicar yoga se conserva el peso ideal y se adopta una alimentación sana, entonces, el organismo se lo agradecerá.
Mataji Indra Devi decía: “El ser humano es el responsable de lo que pasa a su propio cuerpo. Nosotros somos los que permitimos que se endurezca, se emferme y envejezca. El yoga como filosofía practica de vida nos enseña que en la plenitud de la tercera edad, no sólo hay que propiciar los aspectos curativos, sino de manera especial los aspectos preventivos; queda descontado que todo lo que pueda hacerse en este sentido es positivo y la milenaria ciencia del Yoga juega un papel muy destacado”.

Yoga para los huesos

Está comprobado que el yoga previene la aparición de la osteoporosis. Estos son algunos de los factores benéficos que posee el Hatha Yoga, que es la especialidad para los huesos:

*Mantiene el esqueleto sano y fuerte porque a través de las ásanas se realizan importantes rotaciones de articulaciones y de columna vertebral.
Muchas de las posturas de Yoga rotan ampliamente articulaciones y huesos de columna en diferentes direcciones, reduciendo significativamente el avance de la rigidez y del deterioro, manteniéndolos así en un excelente estado.

*Fortalece los músculos. Esta disciplina fortalece la parte superior de los brazos, los hombros y los músculos de la espalda, porque los practicantes deben soportar su propio peso durante las posturas invertidas. Y también los de la parte superior del fémur que en ciertas posturas de equilibrio se alterna dicho peso en una u otra pierna.

*Aumenta la densidad ósea por medio de posturas en las cuales hay que sostener el peso corporal. A diferencia de otra forma de ejercicios como las caminatas, la danza, el trote o los aerobicos, el Yoga hace que el esfuerzo de sostener el peso del propio cuerpo no se realice exclusivamente con las piernas sino con la parte superior del cuerpo y con los brazos a través de las posturas invertidas como la del Cuervo en la que se fortalecen brazos, hombros, muñecas y manos.

También ayuda a aliviar la tensión en los hombros y el cuello y a mejorar el equilibrio y la coordinación de los movimientos, evitando en la gente grande el peligro de caídas y fracturas.

*Equilibra la producción de estrógenos, progesterona, calcio y los niveles de adrenalina, todo lo que ayuda a mantener la densidad de los huesos. Antes y durante la menopausia la practica regular de Yoga produce una transición debido al incremento del balance hormonal. Eso ayuda a regularizar ovarios, hipotálamo y pituitaria, los verdaderos disparadores del sistema endocrino que generan la menopausia.

Además regula la producción de las hormonas responsables de mantener el nivel de calcio en nuestro organismo. Cuando el sistema endocrino funciona bien tanto el envejecimiento prematuro como la pérdida de densidad ósea pueden ser prevenidos.

*Mejora la respiración. La respiración es una parte fundamental de la practica del Yoga. Las diferentes técnicas como la respiración rítmica, profunda o el “Pranayama” se usan –entre otras cosas- para optimizar el efecto de las posturas, para calmar estados de tensión, lograr equilibrio emocional o para prepararse para la meditación o la relajación. El oxígeno que se incorpora al organismo a través de estas prácticas nutre y regenera las células de cada una de sus partes, incluidos los huesos.

*Aumenta el nivel de concentración. La combinación de respiración profunda, ásanas, concentración y meditación mejora la memoria y la agilidad mental de los adultos mayores.

Tres posturas que fortalecen nuestros huesos
“Kakasana” o Postura del Cuervo
Kakasana deriva del sánscrito “kakha” que significa “cuervo”. Sin dudas, los yoguis bautizaron esta ásana por el parecido que tiene la postura final con dicho pájaro.

Beneficios

- Devuelve la flexibilidad a las muñecas rígidas.
- Fortifica la cintura abdominal.
- Tonifica los órganos de esa zona.
- Irriga la afluencia de sangre hacia la cabeza.

Trikonasana – Postura del triángulo

En la tradición India el triángulo es un poderoso símbolo de principio divino y se lo encuentra con frecuencia en los Yantras y Mandalas. Es una de las posturas clásicas. Y tiene diferentes variantes que podrán desarrollarse de acuerdo a la flexibilidad del practicante.

Beneficios

- Tonifica los nervios de la espina dorsal y los órganos abdominales.

- Aumenta los movimientos peristálticos de los intestinos (remedio contra el estreñimiento)

- Fortalece las piernas.
- Reduce la adiposidad de la cintura.
- Mejora el equilibrio.
- Desarrolla el sentido de la lateralidad del cuerpo.

Contraindicaciones y recomendaciones En general esta postura no tiene contraindicaciones, pero quienes tengan poca flexibilidad o equilibrio pueden practicarla apoyados contra una pared.

Sarvangasana – Pararse sobre los hombros, o la Vela
“Sarva” significa todo y “anga” miembros. Esta postura es de las más clásicas en la práctica del Yoga y tiene efectos rejuvenecedores.

Beneficios

- Estimula enérgicamente, tanto la glándula tiroides, como las glándulas sexuales.
- Regula la debilidad seminal.
- Actúa sobre los trastornos femeninos, especialmente luego del parto.

- Vitaliza el sistema nervios.
- Purifica la sangre y favorece una buena circulación.
- Da tranquilidad y alivia ansiedades.
- Regula el metabolismo.
- Está indicada para problemas hemorroidales.
- Elimina el estreñimiento.

Contraindicaciones y recomendaciones
Durante el período menstrual reemplazar por savasana (relajación) e imaginar la postura, ante algún desarreglo de la glándula tiroides, realizar la postura con cuidado si se sufre de catarro nasal, ante inflamación de la vista y el oído y por problemas severos de columna, cervicales, reemplazar por Viparita Karani Mudra (Postura Pelviana Invertida).